Cómo escribir la carta a los Reyes Magos (y no suspender en Lengua por el camino) 🎄

Cada año ocurre lo mismo. El 5 de enero a las 23:59, mientras los camellos están ya calentando en la rotonda de la entrada del pueblo, hay quien se sienta, boli en mano, a improvisar su carta a los Reyes Magos. ¡Ni que fuera una tarea del classroom!

Y claro, luego vienen las prisas, las incoherencias y los regalos “agotados por falta de previsión”.

Así que este año, como profesor de Lengua, te propongo algo distinto: escribe tu carta con tiempo, con coherencia, con cohesión y, sobre todo, con buena letra.

1. No lo dejes para el último momento

Sí, lo sé: las tareas de Classroom también las entregas a las 23:59. Pero esta vez no te la juegues.

Los Reyes tienen mucha demanda y si escribes tarde, corres el riesgo de que el iPhone 17 que pidas ya esté “sin stock celestial”.

Escríbela con antelación, en un momento tranquilo, y revisa tu texto.

Recuerda que una buena carta necesita una planificación previa: piensa lo que vas a decir, ordénalo, deja márgenes y cuida la presentación.

2. Escríbela a mano (y olvídate del ChatGPT)

Nada de copiar y pegar. La carta debe ser manuscrita.

No hay fuente tipográfica que sustituya tu letra ni detector de IA que se salte la magia de una pluma.

Desde el año pasado —según fuentes mágicas— los Reyes Magos descubrieron que 20.000 cartas iguales venían del mismo niño chino. Desde entonces, han desarrollado un detector de inteligencia artificial más potente que el de tu profe de Lengua.

Así que, boli en mano, escribe despacio, con buena letra, líneas derechas y márgenes limpios.

Ellos valoran la autenticidad, y además, caligrafía y ortografía van de la mano.

3. El saludo importa: “Queridos Reyes Magos:”

No empieces pidiendo regalos a bocajarro.

Primero, saluda como es debido, que son reyes, no tus colegas del grupo de WhatsApp.

👉 Queridos Reyes Magos:

(Atención al signo de puntuación: los dos puntos, no una coma. A estas alturas ya deberías distinguirlos).

Nada de “Hola, qué pasa”. Un poco de adecuación: son autoridades y merecen un tono respetuoso.

4. No empieces pidiendo: primero, pregunta

Antes de lanzar tu lista de deseos, interésate por ellos.

Un texto con coherencia necesita introducción, desarrollo y cierre, y la carta no es una excepción.

Podrías comenzar así:

¿Cómo les ha ido el año? ¿Cómo están los camellos? ¿Han podido descansar de tanto desierto?

Espero que la familia esté bien y que hayan podido disfrutar de unas vacaciones en Dubái.

También puedes añadir un toque de humor respetuoso:

Espero que el cambio climático no les esté complicando las rutas o que Gaspar no tenga problemas de rodillas.

Todo con educación y una sonrisa.

5. Luego, un balance de tu año

Antes de pedir, toca hacer balance.

Los Reyes valoran la sinceridad, no los currículos de niño perfecto.

Evita el clásico “he sido muy bueno” (que no cuela).

Mejor algo así:

Este año he intentado portarme bien, aunque reconozco que he discutido más de la cuenta con mis padres, he perdido tres estuches y aún no he devuelto el libro de lectura del primer trimestre.

Un poco de humor y autocrítica le darán autenticidad a tu carta.

6. Ahora sí, a pedir… pero con argumentos

Aquí llega la parte que más te gusta: la lista de deseos.

Pero cuidado, que no vale el estilo “metralleta”:

Quiero un móvil, una Play, una bici, una camiseta, unos cascos y paz mundial.

Vamos con cohesión y orden: usa conectores, justifica, explica.

Por ejemplo:

Me gustaría el nuevo iPhone 17, para que mi madre me vea bien en videollamada y no se preocupe tanto.

También una PlayStation, para relajarme después de los exámenes y mejorar mi calidad de vida emocional.

Y una bicicleta, que según los expertos en salud es muy buena para el corazón y el medio ambiente.

¿Ves? Argumentar da coherencia y madurez al texto.

Y los Reyes Magos valoran mucho los escritos bien estructurados.

6 bis. No todo es pedir para ti

En toda buena carta debería haber un momento de generosidad y empatía.
No todo van a ser regalos personales: también puedes pedir algo para los demás.

Este año me gustaría que trajerais salud para mis abuelos, paciencia para mis profesores y un poco más de paz en el mundo.

Pequeños gestos, grandes deseos.
Demuestran que has entendido la adecuación emocional del texto y que tus peticiones no se limitan al consumo.
Los Reyes Magos, que tienen mucho trabajo, lo agradecerán.

7. Puedes tener un detalle con ellos

Una buena carta también tiene adecuación y cierre afectivo.

Después de pedir, demuéstrales que tú también piensas en ellos.

Sé que les esperan muchas casas y pocos descansos, así que en la mía tendrán preparado algo para reponer fuerzas.

Puedes salirte del típico agua y mantecados:

Les dejaré un Aquarius fresquito, una tortilla de patatas y, si Melchor se anima, un gin tonic con hielo.

Pequeños gestos que los Reyes agradecen… y que mejoran la nota en expresión escrita.

8. Despídete con estilo

Toda carta debe terminar con una despedida formal, clara y cortés.

Algo como:

Con mis mejores deseos para el nuevo año y agradecido por tanta generosidad,

se despide con cariño,

[tu nombre y apellidos].

Y, por favor, revisa antes de cerrar. No cuesta nada leerla en voz alta y comprobar que tiene sentido, orden y buena ortografía.

Conclusión

La carta a los Reyes Magos no es solo un deseo: es un pequeño ejercicio de escritura formal, con saludo, introducción, desarrollo, conclusión y una pizca de humor.

Sirve para practicar adecuación, coherencia, cohesión y corrección, las cuatro grandes virtudes del texto bien escrito.

Y si además te traen lo que pides… mejor aún.

Pero recuerda: el mejor regalo es escribir con sentido.

Un ejemplo de carta a los Reyes Magos